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diciembre 3, 2025

Ecuador tiene la tasa de mortalidad vial más alta de Sudamérica: los domingos son el punto más crítico

Alcohol, exceso de velocidad y horarios de riesgo se combinan con la falta de prevención, generando pérdidas humanas y económicas que podrían evitarse.

Ecuador registra la tasa de mortalidad vial más alta de Sudamérica, según el último reporte de la Organización Mundial de la Salud del año 2023 (23,4% fallecidos por cada 100.000 habitantes). Y dentro del país, el patrón más insistente —y más prevenible— ocurre siempre el mismo día: el domingo. Entre enero y octubre de 2025, ese solo día acumuló más de 3.200 siniestros y 434 muertes en las carreteras. Un dato que se repite año tras año, sin que las políticas de prevención logren revertirlo.

Desde 2021, las muertes por siniestros viales muestran una tendencia sostenida: 2.131 fallecidos en 2021; 2.202 en 2022; 2.373 en 2023 y 2.370 en 2024. Hasta octubre de 2025, 1.933 personas han perdido la vida en el lugar del accidente. La violencia vial es la segunda causa de muerte violenta del país, solo por debajo de los homicidios.

El domingo, el día más letal

Los registros de la Agencia Nacional de Tránsito muestran que, en los primeros diez meses de 2025, los domingos se consolidaron como la jornada con mayor siniestralidad. De 16.808 accidentes reportados en el país, 3.210 ocurrieron en domingo y provocaron 434 muertes. Es el tercer año consecutivo en el que este día encabeza la lista.

Para la coordinadora de la Coalición Seguridad Vial, Sofía Gordón, no se trata de casualidad: “Los siniestros son multicausales, pero la madrugada del domingo concentra factores de riesgo muy altos: menor flujo vehicular, retorno de actividades nocturnas, consumo de alcohol y exceso de velocidad”. Es la combinación que eleva la probabilidad de choques severos.

En lo que va de 2025, el exceso de velocidad ha causado 3.932 accidentes, y el alcohol u otras sustancias, 908 siniestros. La velocidad, explica Gordón, tiene un efecto especialmente mortal. Un peatón atropellado a más de 50 km/h tiene pocas posibilidades de sobrevivir. Conducir bajo los efectos del alcohol multiplica por 17 el riesgo de muerte.

Quito: un espejo de la tendencia nacional

En la capital, el patrón se repite. Según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), Quito registró 20 fallecidos y 268 siniestros solo en noviembre de 2025, con picos de gravedad durante los fines de semana. Aunque la ciudad tuvo una ligera reducción en el número total de siniestros frente a 2024, las muertes aumentaron 3,07%, lo que indica que los choques son menos frecuentes, pero más severos.

La mayoría de víctimas fueron conductores de motocicleta y hombres jóvenes, un perfil que coincide con los datos nacionales. De acuerdo con hallazgos compartidos por Vital Strategies, el 61% de las víctimas mortales en Quito son conductores de 2 y 4 ruedas, y el exceso de velocidad sigue siendo el factor crítico en la gravedad de estos eventos.

Horas y meses críticos

Entre enero y octubre de 2025, la mayor cantidad de accidentes en todo el país ocurrió entre las 13:00 y 18:00, mientras que las muertes se concentraron entre 19:00 y 23:00.

Agosto fue el mes más trágico: 1.868 siniestros y 238 fallecidos. Los sábados y domingos encabezan las jornadas con mayor número de víctimas.

Hasta octubre de 2025, 1.933 personas fallecieron en el lugar del accidente, de las cuales:

  • 78,9% eran hombres (1.526 personas)
  • 12% mujeres (232 personas)
  • 9,1% no identificadas (175 casos)
  • 70 fueron menores de edad.

El costo humano y económico

Los accidentes no solo cobran vidas: dejan dolor, discapacidad y un impacto económico enorme. Según datos consolidados de 2024 (los más recientes con cierre anual):

  • Capital humano: cada muerte o lesión representa pérdida de productividad; en 2024, Ecuador dejó de generar USD 1.323.724.948 por las víctimas fatales.
  • Costo macroeconómico: entre el 3% y 5% del PIB anual, unos USD 5.482 millones.
  • Costos directos: USD 78.821.490 en atención médica, reparación de vehículos y emergencias.

Qué sí funciona (y por qué no siempre se aplica)

No se necesitan tecnologías sofisticadas para reducir muertes. La evidencia es clara:

  • El cinturón de seguridad reduce en 50% el riesgo de morir en conductores y 75% en pasajeros.
  • El casco de motocicleta reduce 40% la probabilidad de muerte y 70% las lesiones graves.

Pero Ecuador mantiene un límite de alcohol de 1,2 g/l para la sanción más alta, el doble de lo recomendado por la OMS, y presenta brechas críticas en control, fiscalización y cultura de riesgo.

Fuentes:

Citadas en el texto