Lo que crees saber sobre los gatos: Datos y Desinformación

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«Los gatos siempre caen de pie»
Los gatos poseen un reflejo de enderezamiento que les permite girar en el aire y aterrizar sobre sus patas en muchas caídas. Esta habilidad, aunque impresionante, no los vuelve invulnerables. Cuando la altura es muy baja, el gato puede no tener el tiempo suficiente para acomodar su cuerpo y caer correctamente, lo que aumenta el riesgo de lesiones. Por otro lado, en caídas desde alturas muy elevadas, incluso si logran aterrizar en posición, pueden sufrir fracturas, traumatismos internos u otras heridas graves. Por eso, si se vive en un departamento o casa con ventanas altas o balcones, es fundamental tomar medidas de seguridad para evitar accidentes.

«Los gatos deben tomar solo leche»
Durante años, la imagen de un gato bebiendo leche de un platito ha sido parte del imaginario popular. Sin embargo, esta costumbre no es tan inocente como parece. La mayoría de los gatos adultos son intolerantes a la lactosa, lo que significa que no pueden digerir correctamente el azúcar presente en la leche de vaca. Como consecuencia, su consumo puede provocar molestias digestivas como diarrea, gases o vómitos.
Contrario a lo que muchos creen, la leche no es un alimento necesario ni recomendado en su dieta diaria. Los concentrados o alimentos gatunos de buena calidad ya contienen todos los nutrientes que un gato necesita para mantenerse sano. En la mayoría de los casos, basta con asegurar una alimentación equilibrada y agua fresca disponible todo el día.

«Los gatos castrados siempre engordan»
Si bien es cierto que muchos tienden a aumentar de peso después de la esterilización, esto no ocurre en todos los casos ni es una consecuencia directa del procedimiento. Lo que sí sucede es que, al ser esterilizados generalmente entre los 6 meses y un año —cuando ya están alcanzando la adultez—, su metabolismo comienza a volverse más lento, su necesidad calórica disminuye y, además, suelen volverse más sedentarios. Por eso, si no se ajusta su alimentación y nivel de actividad, el aumento de peso puede presentarse con el tiempo.
La buena noticia es que es totalmente evitable. Basta con ofrecerles una dieta adecuada para su edad y condición, respetar las porciones recomendadas y promover el ejerciciopor medio del juego. Actualmente, existen alimentos formulados específicamente para gatos esterilizados, que ayudan a mantener su peso ideal sin sacrificar nutrición ni sabor.

«Los gatos no se pueden acercar a mujeres embarazadas»
La preocupación gira en torno a la toxoplasmosis, una enfermedad que, en casos muy específicos, puede transmitirse a los humanos a través del contacto con heces de gatos infectados. Si una mujer embarazada contrae toxoplasmosis por primera vez durante la gestación, el parásito puede afectar al feto y causar complicaciones.
Sin embargo, es importante aclarar que el gato en sí no transmite la enfermedad, esta reside en sus heces. Por ello, el riesgo puede reducirse fácilmente con sencillas medidas de higiene. Por ejemplo, se recomienda que otra persona se encargue de limpiar la bandeja sanitaria del gato, o que se utilicen guantes y se laven bien las manos después. Además, es posible realizar un análisis para saber si el gato porta el parásito. Por lo general los gatos domésticos, que no cazan ni comen carne cruda, no son portadores.

“Los gatos tienen siete vidas”
Este mito también tiene un origen cultural y simbólico: en muchas tradiciones, el número siete representa perfección o magia. En países anglosajones, incluso se habla de nueve vidas, en parte por la mitología egipcia.
Los gatos solo tienen una vida. Aunque parezcan invencibles, pueden lesionarse o enfermar, y por eso necesitan cuidados, chequeos veterinarios y un entorno seguro.

«Los perros y gatos son enemigos»
Esta creencia, reforzada por películas y expresiones populares, no tiene una base real. La verdad es que ambos animales pueden convivir pacíficamente e incluso desarrollar lazos afectivos, siempre que se les presente de forma gradual y respetuosa. Las tensiones suelen surgir por diferencias en su lenguaje corporal: un perro moviendo la cola puede estar mostrando alegría, mientras que un gato interpretaría ese movimiento como amenaza. Por eso, más que rivalidad natural, lo que existe es una falta de entendimiento entre especies que se puede superar fácilmente con una buena socialización y paciencia por parte de los tutores.

«Los gatos no tienen que bañarse«
Es común pensar que los gatos no necesitan bañarse porque se limpian solos, y si bien es cierto que son animales extremadamente limpios, esto no significa que nunca requieran un baño. Su rutina de acicalamiento es muy eficiente, pero hay situaciones en las que un baño puede ser beneficioso, especialmente en gatos de pelo largo, felinos que se ensucian con algo difícil de remover o quienes no pueden asearse adecuadamente por edad o problemas de salud. En estos casos, un baño suave con productos diseñados específicamente para gatos puede ayudar a mantener su piel y pelaje en buen estado. Eso sí, es fundamental asegurarse de que el gato se sienta seguro y cómodo durante el proceso, evitando el estrés innecesario.
