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agosto 6, 2025

Lactancia sin culpa: Datos y desinformación

En muchos espacios, amamantar todavía despierta miradas, opiniones y mitos que poco tienen que ver con la realidad. Por eso, hoy desmontamos seis ideas falsas que suelen repetirse sobre la lactancia materna.

Categoría

Metodología

Cada año, del 1 al 7 de agosto, el mundo se une para celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Esta iniciativa nació en 1992 como un acto de amor colectivo, impulsado por la Alianza Mundial pro Lactancia Materna junto con la OMS y UNICEF, para recordar que alimentar con el pecho no solo nutre el cuerpo, también fortalece vínculos, protege la salud y construye futuros.

Categoría Completamente Falso “Si tiene el pecho pequeño producirá poca leche”

El tamaño del pecho —grande o pequeño— no define la capacidad de amamantar. Lo que realmente importa es el tejido glandular, que es donde se produce la leche, no la grasa. Las mamas están formadas por tejido glandular, tejido graso y tejido conectivo. Y aunque el volumen del pecho varía según la cantidad de grasa, eso no afecta su función. Así que sí: una madre con pechos pequeños puede producir leche sin ningún problema.

Fuente:
La Leche League.

Categoría Completamente Falso “La leche materna no es suficiente para alimentar al niño menor de 6 meses”

La leche materna es todo lo que un bebé sano necesita durante sus primeros seis meses de vida. Así lo recomiendan organismos como la OMS, UNICEF y la OPS, porque está científicamente comprobado: la leche materna cubre el 100 % de sus necesidades nutricionales y energéticas, sin necesidad de agregar ningún otro alimento ni siquiera agua.

Fuentes:
Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos – Alimentación del lactante y del niño pequeño
Comité de Lactancia Materna de la AEP – Recomendaciones sobre lactancia materna
OMS – Alimentación del lactante y del niño pequeño

Categoría Impreciso “No debes amamantar si estás enferma”

Interrumpir la lactancia es algo que solo se recomienda en situaciones extremadamente raras y específicas, siempre con acompañamiento profesional y basado en información confiable. No existe evidencia científica ni recomendaciones de organismos internacionales que respalden suspender la lactancia por enfermedad común. De hecho, en la mayoría de los casos, las madres pueden seguir amamantando con total seguridad. Lejos de ser un riesgo, dar el pecho mientras estás enferma puede beneficiar al bebé: le ofrece alimento, defensas naturales y consuelo.

Las personas con VIH pueden expresar su deseo de amamantar, y es deber del personal de salud acompañar esa decisión con un enfoque de reducción de daños. Así lo plantea la Academia Americana de Pediatría, respaldada por estudios recientes. Hoy existen tratamientos antirretrovirales que, tomados diariamente, pueden proteger la salud de la madre y reducir significativamente el riesgo de transmisión del virus al bebé.

En el caso del cáncer, la posibilidad de amamantar dependerá tanto del tipo de cáncer como del tratamiento que se reciba. Por eso, es fundamental que las mujeres que atraviesan esta enfermedad y deseen lactar conversen con su equipo médico para tomar decisiones informadas y seguras.

Fuentes:
UNICEF – ¿Cómo llevar la lactancia materna en caso de enfermedad?
UNICEF – La lactancia debe continuar, no hay evidencia de que el COVID-19 se transmita en la leche materna
Centro Médico ABC – El cáncer y la lactancia
Academia Americana de Pediatría – Alimentación infantil para personas con VIH


Categoría Completamente Falso “La madre lactante no debe consumir alimentos como ajo o picante»

Algunos alimentos pueden cambiar ligeramente el sabor de la leche, pero eso no representa ningún riesgo, lo mismo ocurre con el ajo o el ají. De hecho, las madres que amamantan no necesitan seguir una dieta especial, sino mantener una alimentación balanceada. Desde el embarazo, los bebés ya están expuestos a los sabores de lo que su madre consume, y esa variedad continúa a través de la leche materna. Esto no solo es normal, sino positivo: ayuda a desarrollar el paladar del bebé y puede facilitar la aceptación de nuevos alimentos cuando inicie la alimentación complementaria. Si en algún caso se nota una reacción en el bebé tras consumir cierto alimento, lo ideal es consultar con un especialista.

Fuentes:
Comité de Lactancia Materna de la AEP – Recomendaciones sobre lactancia materna
Guía Infantil –Alimentos que cambian el sabor de la leche materna

Categoría Completamente Falso “Dar de lactar deforma el pecho”

No hay evidencia científica que demuestre que la lactancia materna, por sí sola, deforme o dañe el pecho. En realidad, la mayoría de los cambios ocurren durante el embarazo, cuando las glándulas y conductos mamarios se agrandan para prepararse para la lactancia. Luego, al finalizar esta etapa, el tejido vuelve a su tamaño original, pero la piel y los ligamentos —ya estirados— pueden no recuperar por completo su firmeza. Esto puede generar una leve caída o apariencia de “pecho desinflado”, independientemente de si se amamantó o no. Es un proceso natural del cuerpo, no una consecuencia directa de dar de lactar.

En todas las mujeres el seno va cambiando en función de la edad, la grasa corporal y factores genéticos, aunque no den de amamantar.

Fuentes:
Medical News Today – Cambios en el pecho durante el embarazo
Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos – Un estudio de la ASPS revela que la lactancia materna no causa flacidez en las pacientes de aumento mamario.

Categoría Completamente Falso «La madre debe lavarse el pecho antes y después de cada toma»

Lavarse el pecho antes y después de cada toma no es necesario y, de hecho, va en contra de las recomendaciones de salud. Basta con una ducha diaria usando agua y jabón suave, evitando frotar directamente el pezón. Si hace falta, puedes enjuagar con agua tibia o fría, cambiar los protectores de pecho si están húmedos, y siempre lavar bien las manos antes de amamantar.

La piel del pecho produce aceites naturales, y la leche materna tiene propiedades antibacterianas que protegen eficazmente. Limpiar en exceso puede eliminar esa barrera natural, provocando grietas, hinchazón y sequedad, lo que podría causar molestias y que el bebé rechace la succión.

Fuentes:
UNICEF – Mitos de la lactancia
Prevención – Consejos para la lactancia
La leche league – La dermatitis o el eczema en el pezón
HSE – Higiene personal para madres lactantes

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