Skip to main content

Etiqueta: cancer

Lo que sabemos de: Las nuevas vacunas contra el cáncer

En los últimos años, la investigación biomédica ha incorporado enfoques terapéuticos al tratamiento del cáncer, complementando las estrategias preventivas. Este explicativo se centra en las nuevas vacunas, pero antes debe saber cómo funcionan las vacunas existentes y en qué se diferencian con las nuevas:

Vacunas existentes

  • Preventivas, como la del VPH, que se aplican a personas sanas para evitar infecciones que pueden causar ciertos tipos de cáncer.
  • Terapéuticas, dirigidas a personas que ya tienen cáncer, ayudan al sistema inmunológico a atacar las células tumorales.

Vacunas nuevas

Son vacunas terapéuticas mejoradas y personalizadas con tecnología de ARN mensajero (ARNm), adaptadas al perfil genético del tumor de cada paciente, lo que permite una respuesta más precisa y potencialmente más eficaz.

¿Se podrán aplicar a todo el mundo?

Por ahora, no. Las nuevas vacunas estarán disponibles únicamente para ciertos pacientes en centros especializados de los países que las desarrollan. Su costo varía según la tecnología, la marca y el lugar de aplicación. Al ser personalizadas —cada dosis se adapta al tumor específico del paciente—, su fabricación y distribución a gran escala resulta compleja. Su expansión internacional dependerá del éxito en ensayos clínicos y de las aprobaciones regulatorias.

Origen y tecnología

Origen

La idea de una vacuna contra el cáncer se remonta a 1893, cuando el médico William Coley observó que algunas infecciones bacterianas podían reducir tumores, lo que sugería que el sistema inmune tenía un papel en su control. Hoy, esa hipótesis se ha transformado en inmunoterapia: vacunas diseñadas no para prevenir, sino para tratar el cáncer, aprovechando los avances tecnológicos más recientes.

Tecnología

Las vacunas tradicionales se administran a personas sanas para prevenir infecciones, usando virus debilitados o proteínas virales. Algunas vacunas contra el cáncer, como Provenge, funcionan de forma similar, pero con el objetivo de que el sistema inmunológico reconozca y ataque células tumorales.

Las nuevas vacunas terapéuticas, en cambio, utilizan tecnologías como ARNm, ADN tumoral o células inactivadas del propio paciente para generar una respuesta inmune personalizada. Su propósito no es prevenir, sino tratar el cáncer una vez diagnosticado o evitar su reaparición.

Países que desarrollan estas vacunas

  • Rusia: El Centro Gamaleya —creador de Sputnik V— desarrolla una vacuna contra el cáncer basada en ARNm. Anunciada por el presidente Vladímir Putin en 2024, está diseñada a partir de los neoantígenos del tumor de cada paciente, estas proteínas únicas que «entrenan» al sistema inmunológico para reconocer y destruir las células tumorales. Las pruebas en humanos se planean para mediados de 2025.
  • Estados Unidos: Moderna y BioNTech lideran proyectos con vacunas personalizadas. Moderna, en colaboración con Merck, desarrolla la mRNA-4157 para melanoma metastásico. BioNTech trabaja en vacunas para cánceres de pulmón, próstata, páncreas, colon y piel, actualmente en fases 1 y 2 de ensayo clínico. Cabe destacar que bajo el gobierno de Donald Trump dejó sin efecto 22 contratos federales relacionados con vacunas de ARNm, en medio de cuestionamientos sobre su seguridad.
  • España: La Clínica Universidad de Navarra investiga vacunas basadas en células dendríticas para cánceres avanzados, como el de colon metastásico. Los ensayos han demostrado una respuesta inmune específica, sin generar efectos autoinmunes, lo que refuerza su seguridad como tratamiento.
  • Reino Unido: El Servicio Nacional de Salud (NHS) fue pionero en Europa en utilizar la inyección de nivolumab (Opdivo), que trata 15 tipos de cáncer en solo 3 a 5 minutos por sesión. Esta versión subcutánea tiene el mismo costo que la intravenosa, pero permite agilizar la atención médica.

El desarrollo de vacunas terapéuticas personalizadas, permite crear registros genómicos de pacientes oncológicos para facilitar la investigación y acelerar la producción de este tipo de vacunas. Los biobancos permiten identificar patrones moleculares comunes entre tumores, lo que podría reducir, en el futuro, el tiempo y el costo de fabricación de cada dosis.