Cómo la IA y las emociones reemplazaron a los hechos en la campaña del 16N
Entre el 1 y el 12 de noviembre de 2025, se identificaron 125 publicaciones en TikTok, X (antes Twitter), Facebook e Instagram que promovían posturas a favor y en contra de la Consulta Popular. Apelando a emociones intensas —miedo, indignación, heroísmo o esperanza— en lugar de ofrecer argumentos verificables.
Las plataformas dominantes fueron TikTok (65 %), X (30 %), Facebook (3 %) e Instagram (2 %).
El 75 % de los contenidos virales usaron inteligencia artificial —imágenes hiperrealistas, voces clonadas, deepfakes o textos generados—, y solo el 5 % incluía una etiqueta que señalaba su origen artificial. Además, el contenido anticipado fue difundido por diferentes tipos de cuentas:
Narrativas emocionales dominantes
- Destrucción ambiental: Los contenidos usaron la imagen de especies endémicas para reforzar la postura del “no”. Por ejemplo, se mencionó el peligro para especies de Galápagos ante la posible instalación de una base militar (pregunta A del Referéndum) y la amenaza de la minería ilegal en Quimsacocha (pregunta D de la Asamblea Constituyente). También se hizo referencia al jaguar en la Amazonía y a los riesgos asociados con la presencia de actores extranjeros.

- Unidad nacional: Para respaldar la postura del “Sí”, se emplearon símbolos patrióticos como los colores de la bandera nacional, el cóndor, canciones futbolísticas y la palabra “Sí” en 3D, montada digitalmente en distintas ciudades del Ecuador. Esta estrategia apoyó de manera generalizada todas las preguntas de la consulta, no una en particular.

- Seguridad y violencia: Se realizaron campañas con comediantes, como David Reinoso, para transmitir que solo los delincuentes votan por el “no” y que las bases militares representan protección. En contraparte, otros contenidos señalaron que la inseguridad persiste y está presente a diario. Además, se recurrió a la violencia de género para asociar a quienes votan por el “sí” con la continuación de malos tratos.

- Corrupción: La campaña buscó cuestionar el trabajo de los asambleístas y los partidos políticos para incentivar el voto “Sí” en las preguntas B y C, que proponen la eliminación del fondo partidista a organizaciones políticas y la reducción del número de asambleístas. Desde la campaña del “No”, se vinculó al presidente Daniel Noboa con intereses que favorecen a empresas bananeras y a círculos cercanos, sugiriendo una relación directa con el sector.

- Equilibrio: Desde la postura del “No”, la pregunta D sobre la Asamblea Constituyente se presenta como un cambio que podría afectar derechos humanos fundamentales, como la salud y la educación pública, evidenciando inestabilidad en el país. En contraste, la postura del “Sí” muestra un país en paz, moderno, tecnológico y estable.

La polarización en imágenes.
- Refresco: Quienes apoyaban el “No”, el refresco se mostró como algo incierto: un producto cuyo contenido se desconoce hasta que se compra, apelando al miedo a lo inesperado y la desconfianza hacia las propuestas del voto afirmativo. En cambio, desde el lado del “Sí” lo presentaban como una invitación a “refrescarse” con algo nuevo, asociando el voto con renovación, energía y posibilidades positivas.

- Personajes simbólicos: El borrego se convirtió en el símbolo más polarizante, usado como insulto por algunos y como emblema de lealtad por otros en TikTok. La Rana René se empleó para ridiculizar a Luisa González, aprovechando la popularidad del meme para generar contenido simultáneamente compartible, humorístico y crítico. También hubo espacio para la ironía: el personaje Nobita, de la serie japonesa Doraemon, pasó de ser un insulto dirigido al presidente a convertirse en un héroe digital.

- Shakira: La cantante Shakira fue utilizada como símbolo político sin su consentimiento. Se difundieron imágenes manipuladas junto a políticos ecuatorianos, portadas falsas con declaraciones inventadas y controversias fabricadas, con el objetivo de generar atención y confusión.

Por qué estas estrategias funcionan
Las campañas digitales explotaron sesgos cognitivos para volver sus mensajes más persuasivos. El sesgo de confirmación hizo que la gente aceptara con facilidad aquello que coincidía con sus ideas previas. El efecto de verdad ilusoria convirtió en “creíble” lo que se repetía muchas veces. Con el sesgo de disponibilidad, los contenidos más llamativos o emocionales se sintieron más importantes de lo que realmente eran. El efecto halo permitió que mensajes asociados a personajes populares parecieran automáticamente positivos, y el sesgo de autoridad hizo que afirmaciones de figuras influyentes se asumieran como ciertas sin verificarlas.
Según Mike Wendling, periodista digital de la BBC, que ha documentado fenómenos similares en Estados Unidos identificó que «la gente comparte contenido que resuena emocionalmente con sus creencias, aunque sea falso». En este caso, miles de ecuatorianos fueron expuestos anticipadamente a información diseñada para manipular emociones, más que para informar decisiones.
Redes sociales sin regulación
Aunque la campaña oficial terminó el 13 de noviembre, contenidos del “Sí” y el “No” siguen circulando. Actualmente, la Ley Electoral no regula redes sociales, pero el gasto en publicidad digital sí se cuenta dentro del límite de campaña. Mauricio Alarcón Salvador, director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, señala que controlar la propaganda en redes es un desafío.

Fuentes:
Consulta al CNE
Consulta a Mauricio Alarcón Salvador, Director ejecutivo de Fundación Ciudadanía y Desarrollo
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