Depresión decembrina: señales de alerta y qué hacer
Texto adaptado de una publicación original de Animal Político.
Por qué importa
- Normalización del sufrimiento: Asumir que «es normal estar triste en diciembre» puede retrasar la búsqueda de ayuda cuando los síntomas son severos.
- Grupos vulnerables: Adultos mayores y personas con duelos no resueltos enfrentan mayor riesgo de aislamiento y deterioro emocional en esta temporada.
- Prevención accesible: Reconocer señales tempranas permite actuar antes de que el malestar se agrave o se vuelva crónico.
Las claves
- No es un diagnóstico formal, pero puede relacionarse con el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), reconocido en manuales clínicos cuando hay pérdida de interés, cambios de apetito, insomnio y deterioro funcional durante al menos dos semanas.
- Factores detonantes en diciembre: Balances de fin de año, duelos no resueltos, presión social por «mostrarse feliz», estrés económico, comparación en redes sociales y cambios de rutina.
- Menor luz natural en invierno afecta el estado de ánimo y altera el sueño, empeorando la regulación emocional.
- Señales de alerta: Pérdida de energía, irritabilidad, insomnio, desinterés en actividades antes placenteras, ansiedad persistente, sensación de vacío o tristeza.
- Criterio clave para buscar ayuda: Si el malestar dura varias semanas, interfiere con la vida cotidiana o se acompaña de aislamiento y desesperanza.
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El ruido vs la realidad
El ruido: «Es normal sentirse mal en diciembre, ya pasará solo después de año nuevo.»
La realidad: Aunque el estrés estacional es común, ignorar síntomas prolongados o intensos puede agravar condiciones de salud mental preexistentes o impedir el acceso a tratamiento oportuno. La psicóloga Itzel Bazán advierte: «Hasta cierto punto es normal, pero es importante vigilar cuánto tiempo llevas sintiéndote así y si esto hace que te sea complicado seguir con tu rutina.»
Lo que viene
- Mantener rutinas básicas de sueño y alimentación, incluso sin motivación, ayuda a salir gradualmente del episodio.
- Reducir expectativas sociales: No obligarse a cumplir con todas las celebraciones o aparentar felicidad.
- Buscar apoyo profesional: La ayuda psicológica es válida todo el año, no solo en crisis. Un diagnóstico oportuno permite acceder a tratamiento adecuado.
¿Entonces?
La depresión decembrina no es un capricho ni debilidad. Es una respuesta emocional real a factores de estrés concentrados en fin de año. Reconocer las señales, reducir la presión social y buscar apoyo —profesional o de confianza— son pasos concretos para proteger la salud mental durante esta temporada.
Fuentes:
Animal Político