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febrero 5, 2025

Fact Check Electoral: Más de la mitad de las declaraciones de los candidatos resultaron falsas o imprecisas

Lupa Media realizó 90 verificaciones durante la campaña electoral de primera vuelta. El 57% de las afirmaciones de los candidatos presidenciales, en su mayoría, fueron imprecisas o falsas.

Lupa Media realizó 90 verificaciones durante la campaña electoral de primera vuelta; el 57% corresponden a afirmaciones de candidatos presidenciales, en su mayoría imprecisas o falsas. 

  • El 60,8% de las declaraciones de candidatos presidenciales fueron catalogadas como imprecisas, completamente falsas o mayormente falsas, 
  • La mayoría del contenido viral con desinformación (76.92%) se concentró en los candidatos más opcionados: Daniel Noboa y Luisa González.
  • El 23% del contenido viral desinformativo tuvo componente de inteligencia artificial. 

En la primera fase de la campaña electoral para los comicios generales de Ecuador 2025, Lupa Media se enfocó en realizar un exhaustivo trabajo de fact-checking sobre el discurso público de los 16 candidatos presidenciales y la desinformación viral.

Con una metodología rigurosa de verificación, el equipo de Lupa Media monitoreó diariamente, desde el 9 de diciembre, las entrevistas, las publicaciones en las redes sociales oficiales de los candidatos y otros contenidos relacionados. También se analizaron los datos del debate presidencial. Se seleccionaron para verificación las frases que contenían afirmaciones concretas sobre hechos, datos o cifras que pudieran contrastarse con fuentes oficiales, estudios académicos, reportes de organismos especializados o registros históricos. Se descartaron opiniones, interpretaciones subjetivas y declaraciones sin sustento verificable. Además, se tomó en cuenta la relevancia del tema en la opinión pública, la frecuencia con la que las afirmaciones eran repetidas en el discurso de los candidatos y su impacto en el debate electoral.

Los hallazgos más destacados son: 

  • Frecuencia de afirmaciones imprecisas y falsas: El 60,8% de las declaraciones fueron catalogadas como imprecisas, completamente falsas o mayormente falsas. 
  • Baja proporción de afirmaciones ciertas: Solo 33,3% de las afirmaciones fueron clasificadas en la escala de “cierto” o “mayormente cierto”.
  • Dificultad para verificar ciertos datos: En el 5,9% de los casos, no se encontró suficiente evidencia confiable para verificar la veracidad de las afirmaciones.

Al examinar las declaraciones de los candidatos, emerge un patrón donde la imprecisión no parece ser accidental. Los datos evidencian una tendencia a privilegiar el impacto comunicacional por encima de la precisión factual.

Desinformación viral

Durante la campaña electoral, nuestro equipo monitoreó diariamente redes como X, TikTok, Instagram y Facebook. También estuvo activa la plataforma de WhatsApp #VerificaciónAlaCarta para recibir solicitudes de verificación.

El contenido seleccionado para fact-checking cumplió criterios de interés público, potencial de daño y viralización en más de dos plataformas para evitar la difusión innecesaria de información engañosa.

  • 39 contenidos virales verificados: el 95% resultaron imprecisos o completamente falsos.
  • El 76,92% de la desinformación viral se centró en los candidatos con mayor intención de voto, Daniel Noboa y Luisa González.
  • El 17,94% de publicaciones desinformativas estaban relacionadas con procesos electorales y discursos de Donald Trump.
  • El 48,71% de la desinformación utilizó logos de medios de comunicación o instituciones para aparentar legitimidad.

Principales narrativas

  • Narcotráfico (15,38%): Vinculación de candidatos con el crimen organizado.
  • Trump y deportación (17,94%): Alegaciones sobre migración y relaciones con EE.UU.
  • Encuestas (12,82%): Manipulación de resultados para favorecer a ciertos candidatos.
  • Procesos electorales (10,25%): Rumores sobre irregularidades en el CNE y el debate presidencial.
  • Narrativas dispersas (43,58%): Contenidos variados sin una categoría específica.

IA en la campaña electoral 

Un hallazgo particularmente preocupante durante esta campaña electoral es la creciente presencia de la inteligencia artificial en la creación de contenido engañoso. El 23% del contenido viral identificado como desinformación presentó elementos generados por IA, desde deepfakes de audio hasta imágenes manipuladas.

  • 40% de este contenido fue dirigido a distorsionar la imagen de Luisa González.
  • 40% se enfocó en desacreditar a Daniel Noboa a través de falsificaciones de periodistas y medios.
  • 20% se empleó para alterar el discurso de funcionarios públicos de Ecuador y Estados Unidos.

Esta tendencia marca un punto de inflexión en la evolución de la desinformación electoral, añadiendo una nueva capa de complejidad al desafío de mantener un debate público saludable.

IA usada en la sátira política 

En el marco del monitoreo realizado entre el 1 de enero y el 4 de febrero de 2025 en TikTok y X, identificamos 69 publicaciones generadas con Inteligencia Artificial, enfocadas principalmente en la sátira política. De estas publicaciones:

  • El 49.27% se dedicó a parodias, ridiculización de candidatos y la creación de escenarios ficticios.
  • Un 27.53% abordó temas relacionados con la corrupción.
  • El 13.04% tenía el propósito de generar miedo.
  • El 10.14% trató sobre el narcotráfico.

Al igual que la tendencia desinformativa, todo el contenido se enfocó en los candidatos Luisa González y Daniel Noboa. 

  • 53.62% va contra Luisa González o Rafael Correa
  • 31.88% en contra de Daniel Noboa. 
  • 13.04% ataca a ambos candidatos en una misma publicación
  • 2.89% favorece a Daniel Noboa .

Las publicaciones generadas con IA alcanzaron una mayor difusión en TikTok, con dos cuentas destacándose por el alto número de vistas. La primera, @isaiasespinoza_001, creó 15 publicaciones que ridiculizan y critican a Daniel Noboa, Luisa González y otros actores políticos. La segunda cuenta, @aiworld_ec, publicó dos videos que favorecieron a Daniel Noboa, con uno alcanzando 1.2 millones de vistas y el otro 254.5 mil visualizaciones. 

En X, las publicaciones generadas con inteligencia artificial suelen ir acompañadas de mensajes de odio o descrédito dirigidos a ambos candidatos o a sus respectivos movimientos políticos.

Cómo se difundió la desinformación

Las estrategias de desinformación siguieron los patrones habituales: el uso de cuentas trolls y el pago de publicidad en redes sociales. La falta de políticas de moderación de contenidos en las plataformas permitió la propagación de desinformación financiada. En algunos casos, empresas extranjeras fueron empleadas para implementar estas tácticas, aprovechando las restricciones de publicidad en plataformas dentro de Ecuador, como es el caso de Google. 

Un ejemplo identificado fue el de IMS Internet Media Service, una empresa con sede en Estados Unidos y oficina en Ecuador, que, además de pautar contenido electoral en Google durante enero de 2025, también registró previamente publicidad de videos de la Agencia Nacional de Tránsito en 2023. Esta información fue obtenida a través del Centro de Transparencia Publicitaria de Google.

En plataformas como X, la desinformación ya verificada continuó circulando en cuentas de periodistas y figuras públicas, respondiendo a intereses político-partidistas que impulsaron y mantuvieron estas difusiones. 

Violencia política: otro tipo de desinformación

La manipulación digital de imágenes con fines de sexualización se ha convertido en una forma emergente de violencia política en el ámbito electoral. Si bien históricamente estas tácticas se dirigían principalmente hacia candidatas mujeres, durante este proceso electoral identificamos su aplicación  sin importar el género, como evidencian las imágenes alteradas que circulan en redes sociales de ambos candidatos presidenciales.

Ambos contenidos fueron detectados a partir de solicitudes de verificación realizadas por usuarios en redes sociales y WhatsApp durante la primera quincena de la campaña electoral. No se identificaron contenidos similares posteriormente. Sin embargo, la viralización de esta información manipulada representa un desafío significativo para la integridad del proceso democrático. Esto requiere respuestas efectivas tanto de las plataformas digitales como de las autoridades electorales, con el fin de identificar y combatir esta modalidad específica de desinformación, que pone en riesgo la calidad del debate público y la transparencia del proceso electoral.

Fuentes:

Lupa Media